10 grandes consejos para pequeños espacios
- rociovrios
- 2 nov 2015
- 5 Min. de lectura
Hace poco unos amigos me consultaron sobre la decoración de su nueva casa. Se mudan a un piso más pequeño (y con una distribución complicada) y quieren maximizar todo el potencial sin recargarlo demasiado. Se trata de un reto difícil al que muchos tenemos que enfrentarnos en algún momento de nuestra vida y conviene disponer de las mejores herramientas para hacerle frente. Hoy en el blog intentaremos disolver dudas, eliminar mitos y plantear soluciones para decorar espacios pequeños.
1. Pon orden (a tus necesidades). Antes de comenzar a mirar catálogos de muebles deberías plantearte qué uso vas a darle a cada espacio y qué elementos son imprescindibles. Es el momento para analizar tu rutina diaria, valorar lo que realmente necesitas y prescindir de todo aquello que no es (tan) importante.
¿Necesitas una gran mesa de comedor o sueles comer frente a la tele? ¿Te gustaría disponer de un espacio de lectura? ¿Necesitas un rincón de trabajo? ¿Eres de los que prefieren tener todo visible o prefieres almacenaje que no quede a la vista?
Tras este análisis inicial estarás mejor preparado para entender toda la labor que tienes por delante y cómo ha de funcionar tu casa. Pararte a pensar en tu modo de vida es un buen ejercicio y te ayudará a organizar mejor tus ideas.

2. Recicla, reutiliza, reorganiza. Si ya sabes qué necesitas es el momento de plantearse qué muebles y elementos quiero (y tengo que) conservar. Si te mudas a un espacio más pequeño no tiene sentido pensar en mantener la decoración, toca adaptarse y elegir qué conservar y que guardar (o vender, regalar, donar, tirar...). Desprenderse de objetos puede suponer un gran esfuerzo pero si no dispones de mucho espacio la alternativa pasa por convivir con un caos espacial permanente, y nadie quiere eso.
Si existen elementos de gran volumen entre los elementos que quieras conservar éstos pueden convertirse en el punto de partida de tu diseño, si focalizas la atención en ellos asegúrate de que el resto de elementos se adapten a ellos y no compitan por el protagonismo.
Y antes de tirar grandes muebles ¡dale una vuelta! puede que con algún pequeño cambio (pintura, tiradores, vinilos, textiles...) tu viejo mueble pueda cobrar una nueva vida. Tienes mil ejemplos de DIY y hacks de muebles como éstos en mi Pinterest.



3. Aprende a priorizar. Cualquier mudanza supone una gran inversión así que es el momento de ponerle cabeza: apuesta por colores neutros (como el blanco, el hueso, el gris y maderas claras como la de pino o la de haya) en paredes y elementos de gran volumen como el sofá o la mesa de comedor. Aporta personalidad y alegría a tu espacio con textiles, cuadros, elementos decorativos, iluminación y mobiliario auxiliar, esto supondrá que si en un tiempo quieres cambiar el aspecto de tu casa la inversión será mucho menor y te resultará mucho más sencillo de combinar.

4. Menos es más. Nadie dice que un espacio pequeño tenga que ser minimalista pero sí que el orden y la organización deben predominar. No abuses de estampados en objetos de gran volumen y modera el uso del color, es un factor que puede determinar en gran medida el confort visual de un espacio. Si te gustan los colores vivos, elige uno y apuesta por usarlo en diversos tonos de la misma gama. Ésto combinado con elementos de tonos neutros aportará mucha alegría al espacio sin recargarlo.
Elige también mobiliario ligero visualmente: apuesta por estantes decorativos y muebles bajos o auxiliares en lugar de grandes muebles de salón, esto ayudará a no sobrecargar la escena y te sentirás mucho más cómodo.


Un espacio pequeño y poco recargado no tiene por qué ser soso, elige tus elementos decorativos preferidos (recuerdos de tus viajes, fotografías familiares, colecciones...) y dáles el protagonismo que se merecen: haz que el diseño gire en torno a ellos.

5. Elige mobiliario con varias funciones. Tenemos pocos metros cuadrados pero eso no significa que debamos prescindir de la comodidad y de espacio para relajarnos o practicar nuestras aficiones. Actualmente existen gran cantidad de opciones con doble funcionalidad: butacas, bancos y mesas con almacenaje, camas y escritorios abatibles, mesas de comedor ampliables, sillas plegables...
Y si tienes que compartir varios usos en el mismo espacio puedes emplear un elemento como el de la foto: el panel sirve para separar el dormitorio de la zona de trabajo a la vez que hace de elemento decorativo, de cabecero y mesillas de noche. Ingenioso y precioso, ¿verdad?.


6. Saca el máximo partido a la luz. La luz natural es siempre un fiel aliado para ampliar visualmente cualquier espacio. Reforzar la luminosidad con colores claros, colocar cortinas largas para aumentar la percepción de altura o visillos que permitan pasar la luz pero mantengan intimidad, Incorporar puertas de cristal transparente o translúcido, estanterías sin fondo para separar espacios si quitar luz, añadir espejos de grandes dimensiones colgados en las paredes o apoyados en el suelo son algunas de las claves.
Y si la habitación tiene suficiente luminosidad puedes plantearte pintar alguna pared de un color pálido (¿sabes que es tendencia de pintar sólo hasta media altura?) o añadir papel pintado en un rincón para darle protagonismo.



7. Aprovechar el potencial de los rincones y esquinas. Es frecuente cometer el error de comenzar una decoración por el centro de la pared y olvidarnos de los rincones pero la realidad es que pueden resultar muy útiles. Tanto para almacenar o exponer como para sacar un pequeño espacio de barra o de trabajo, estos pequeños recovecos que a veces encontramos (y odiamos) se convierten a menudo en espacios únicos. Con algo de imaginación y pensando siempre en las necesidades de cada espacio pueden obtenerse resultados de lo más inspirador.



8. Optimizar toda la altura disponible. Muchas veces nos centramos en decorar y amueblar exclusivamente hasta la altura que podemos alcanzar fácilmente pero si disponemos de pocos metros cuadrados merece la pena aprovechar toda la altura disponible para almacenar cosas que no se usen con tanta frecuencia. Con esta solución conseguimos reunir todo el almacenaje en un único punto y liberar el resto de paredes para reducir la sensación de "espacio pequeño".



9. Unificar los tonos. Y cuando hablamos de unificar o camuflar, queremos decir cubrir con el mismo tono de la pared un mueble, para reducir drásticamente su peso visual en el conjunto. Parece magia, pero es pura teoría del color y de los volúmenes. Cuando camuflas un mueble siguiendo esta técnica, se integra mejor en la estancia y llama menos la atención, consiguiendo descomprimir el espacio.


10. Descubre qué superficies necesitan estar desnudas. De nuevo: "menos es más". Es muy común recaer en el hábito y acabar llenando de cosas hasta el último rincón, y más cuando hablamos de espacios pequeños. sin embargo, en toda habitación hay puntos de fuga que requieren estar despejados para que la vista huya de la sensación de claustrofobia. Capta en cada espacio qué áreas dejar prácticamente vacías (o en las que destacar un solo objeto por encima del resto) para cumplir esta función de desahogo visual, tu confort visual te lo agradecerá.

Y hasta aquí todo por hoy, espero que os haya gustado este post (lo sé, ha quedado un poco largo pero es que había mucho que contar).
Hasta el próximo post, de momento, ¡nos vemos en las redes!
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